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Complejo ceremonial ubicado en la falda suroeste del cerro Totolqueme, en el poblado de San Cristóbal Tepatlaxco, a 2 kilómetros al norte de la ciudad de San Martín Texmelucan, por la carretera libre a México. Está liberado y protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Tiene amplia difusión a través de las guías editadas por dicho Instituto y por diversas publicaciones prestigiosas tales como: “México Desconocido” y “Arqueología Mexicana”. Además, se trata de un atractivo académico que genera importantes estudios etno históricos, porque representa una de las etapas prehispánicas más importantes del pasado mesoamericano. El lugar no cuenta con servicios por la cercanía del poblado y la ciudad, aunque los custodios brindan el servicio de guías; el acceso es gratuito. La zona estuvo poblada entre el año 300 a. C. y el 600 d. C. Se considera un sitio fortificado de influencia olmeca; tiene varias terrazas y once estructuras en diferentes niveles. Los basamentos piramidales se ubican en las orillas de las barrancas, de ahí que aparenten mayor altura. El basamento mayor cuenta con una base de 36 metros por cada lado y nueve metros de altura aproximadamente. Se observan tres cuerpos bien definidos.

Se trata de un centro ceremonial secundario, dependiente de la Pedrera de Tlalancaleca, situada 3.5 km. al poniente; es de influencia Olmeca en etapa de transición. Desde la zona arqueológica y particularmente desde lo alto de la cima del cerro Totolqueme se puede contemplar una gran vista del Valle de Texmelucan, tal y como la tuvieron sus primeros pobladores. Desde aquí se puede considerar un Mirador Panorámico, ideal para la toma fotográfica o para admirar la belleza de la sierra volcánica, teniendo como imagen dominante el Iztaccíhuatl. También pueden practicarse deportes, como la Carrera Pedestre de media montaña; el Ciclismo de montaña; Motocross y con una mejor organización el Campismo; todo lo anterior como actividades alternativas en torno al objeto principal.